Estamos en una extraña campaña electoral en la que se están atravesando demasiadas líneas rojas. Nuestra labor es sindical pero nos gustaría dejar tres apuntes (denuncias) de elementos a considerar como sindicato alternativo y de clase.
Nos hicimos eco de las declaraciones transfóbicas y xenófobas de Diana Carpio, directiva de la empresa Orange en el Estado español, que destilaba transfobia y xenofobia en un vídeo que se hizo viral, aparte de pedir el voto a Vox. Sufrimos a diario a este perfil de «mandos» en los Call Center. Lo tienen claro, votan por lo que importa: seguir sometiendo a la clase trabajadora con sueldos y condiciones miserables.
Por si fuera poco, los neofascistas de Abascal organizaron su acto principal en Aragón en la plaza del Justicia. Recordando lo que quieren para nuestro pueblo: sumisión y colonización. Ni autogobierno ni competencias ni nada de nada.
Y ya el colofón ha llegado con el ataque de la derecha y los medios conservadores hacia el personal que trabaja en Correos, cuestionando su profesionalidad para justificar un supuesto «pucherazo». Al estilo Trump. Sólo se acuerdan de la clase trabajadora para insultarla.

